Horarios
cNeuro Junior
En él atendemos a niños/as con trastornos en el desarrollo o riesgo de padecerlo. De este programa desarrollamos estrategias específicas en pacientes con daño cerebral infantil, problemas en el desarrollo de origen prenatal, postnatal o ambiental.
La atención pediátrica en esta materia se abre camino entre la atención primaria, secundaria, y terciaria.
Ya que no solamente atendemos a niños/as cuando ya es evidente su patología, si no a modo preventivo cuando existe un riesgo, tal como una prematuridad, una estancia larga de hospitalización, etc.
SERVICIOS
La neuropsicología infantil es una disciplina científica que estudia el desarrollo del sistema nervioso para descubrir qué sucede en el cerebro del niño y luego relacionar las disfunciones cerebrales y las dificultades emocionales y cognitivas que pueden desarrollarse en la edad evolutiva, es decir, hasta los 18 años.
- Trastornos del neurodesarrollo infantil específicos: TDAH, trastornos de la comunicación, TEA, Discapacidad Intelectual, trastorno de la comunicación, trastornos específicos del aprendizaje, etc.
- Trastornos del neurodesarrollo infantil de inicio precoz. Estos pueden ser anencefalia, hidrocefalia, etc.
- Trastornos del neurodesarrollo infantil por variaciones genéticas. Por ejemplo, síndrome de Down, síndrome de Williams, y síndrome de Angelman.
Por último, los trastornos del neurodesarrollo infantil por alteraciones ambientales. Tales como, síndrome de alcoholismo fetal o embriopatía por ácido valproico.
La función del logopeda es evaluar, diagnosticar e intervenir en los trastornos de la comunicación, lenguaje (oral y escrito), el habla y la voz, por tanto puede trabajar tanto en el área educativa como sanitaria. Dentro de esto debemos pensar en todo lo que hay relacionado con ello: si hay una malformación en la arcada dentaria por un uso inadecuado del chupete, el logopeda se encargará de evaluar cómo es la deglución y corregir el mal hábito para evitar que la arcada siga deformándose, o que llegada la edad en la que deba colocarse ortodoncia, estén corregidas las funciones alteradas para evitar la tan frecuente recidiva; si un niño de tres años no habla y presenta mal comportamiento (pega, escupe, corre, no hace caso…), realmente es porque tiene hiperactividad o porque al no tener sus herramientas de comunicación adecuadas se desespera al no poder decir lo que quiere o piensa… Todo es una cadena.
Por tanto el pediatra como primer asesor familiar y profesional capaz de detectar qué puede pasar, debería consultar o remitir al logopeda cuando observe alguna alteración en la comunicación, lenguaje, habla y voz.
De esta manera conseguiremos prevenir gran parte de los trastornos que aparecen a partir de los 5 años. Pero también debería hacerse con una pequeña batería de exploración en consulta para poder sacar información lingüística del niño colaborador. Entre otros aconsejamos: contar con algún cuento o lámina a color sobre la que hablar con el niño; contar con algún juego (encajable, puzzle…) para valorar por ejemplo el vocabulario (“vamos a decir animales y por cada uno ponemos una pieza”…); imágenes reales de objetos conocidos para valorar si los conoce, si es capaz de contar las sílabas; imágenes que contengan todos los fonemas a explorar y ver si articulan correctamente, están en proceso o cometen errores articulatorios de sustitución: “perro” dice “pedo”. Es muy fácil hacerse con una pequeña batería de exploración propia sólo hace falta dedicarle un rato a ello.
Si pensamos en cuáles son las principales consultas que hacen los padres en la consulta de pediatría, en relación al desarrollo de su hijo o hija, que tiene que ver con el logopeda, podemos hablar en los siguientes
- Trastorno de los sonidos del habla
- Trastorno fonético fonológico
- Trastorno de la fluidez del habla
- Trastorno del lenguaje
- Trastorno de la voz
- Trastorno de la alimentación
- Dificultades en los aprendizajes
- TEA (Trastorno del Espectro Autista)
- Deficiencia Auditiva
- Disfagia
- Degluciones atípicas
- Problemas orofaciales.
- Otros
Aunque la teoría de la integración sensorial es una especialidad de la Terapia Ocupacional aplicada con notables resultados desde hace varias décadas en centros sanitarios y de rehabilitación de Norteamérica, resulta aún bastante desconocida en España, pese al apreciable interés que ha despertado en los últimos años entre el gremio de profesionales dedicados a la educación y atención de los niños, tales como profesores, pediatras, fisioterapeutas, psicólogos, pedagogos o logopedas, y, por supuesto, entre los padres de los pequeños.
Podemos definir la integración sensorial como la capacidad que posee el sistema nervioso central (S.N.C.) de interpretar y organizar las informaciones captadas por los diversos órganos sensoriales del cuerpo. Dichas informaciones, recibidas por el cerebro, son analizadas y utilizadas para permitirnos entrar en contacto con nuestro ambiente y responder adecuadamente.
La Integración Sensorial es el acto de organizar las sensaciones para su uso. A través de los sentidos obtenemos datos sobre las condiciones físicas de nuestro cuerpo y del medio que nos rodea. Las sensaciones son impulsos de energía que activan las células e inician los procesos neuronales, “son como el alimento del cerebro”. Integración sensorial (I.S.) es también llamada Procesamiento Sensorial.
- Dificultades de aprendizaje, comportamiento y desarrollo, tales como hiperactividad, lateralidad no definida.
- Descoordinación motriz, los cuales en muchos casos están relacionados con una disfunción en la integración
- sensorial: dispraxia, hiposensibilidad, hipersensibilidad, sensibilidad alternante, etc.
- Disfunción en el procesamiento sensorial.
- Problemas de alimentación.
- Problemas de escritura.
- Dificultades en las actividades de autonomía.
- Problemas conductuales, emocionales y/o sociales.
La terapia psicomotriz nos permite comprender y dar un sentido al mundo interior del niño a través de sus acciones, su juego y la forma de relacionarse con los otros y con el entorno. Cuando trabajamos con niños tenemos que adaptarnos a sus necesidades y es por ello que el juego y el movimiento son los ejes vertebradores de nuestra intervención. De hecho, son precisamente los recursos que los niños utilizan para expresarse. A través de cómo se acercan y se vinculan con el otro, cómo se sitúan con respecto al grupo, qué tipo de relaciones significativas establecen, cuáles son los juegos, espacios y materiales que prefieren, cómo se comunican y con qué roles se identifican más son sólo algunos aspectos a partir de los cuales los niños manifiestan su deseo y su necesidad, pero también nos ayudan a dilucidar cuáles son sus conflictos y dificultades.
La psicomotricidad a nivel terapéutico es una herramienta que nos permite trabajar los conflictos psicológicos, las relaciones, el pensamiento, las emociones y el cuerpo siempre desde el concepto de la globalidad y teniendo en cuenta los diferentes componentes que configuran la identidad del niño: afectivo, cognitivo, conductual, social y motor. Es precisamente esta idea de globalidad lo que explica que a menudo nos encontremos con niños que presentan dificultades a nivel de lenguaje expresivo, pero pese a ello es prioritario un trabajo en este espacio justamente porque existe un bloqueo emocional que impide que puedan seguir progresando. También existen casos en los que los conflictos vinculados con el esquema corporal afectan a aspectos del lenguaje que tienen que ver con la comprensión. Por otra parte, se observa que los problemas de autoestima inciden directamente sobre la calidad de las relaciones sociales que establece el niño y es por ello que en estos casos conviene trabajar y fortalecer la relación que establece consigo mismo. Por tanto, el concepto de globalidad es sumamente importante.
El trabajo en la sala de psicomotricidad es un acompañamiento partiendo de las propias necesidades y capacidades del niño, de lo que sabe y puede hacer, ofreciéndole la posibilidad de descubrir y descubrirse, de potenciar su autonomía y de proporcionarle herramientas para que pueda regular su emociones para, en definitiva, mejorar la relación que establece con todos los elementos del mundo que le rodea. (Desiree Casimiro, Psicóloga especialista en Psicomotricidad).
Algunas dificultades y trastornos en los que trabajan los psicomotricistas de la EIPS:
- Dificultades específicas de aprendizaje (dislexia, discalculia,…), TDA, TDAH.
- Retraso madurativo (motor, lenguaje, cognitivo, socialización)
- Trastornos de origen psicosomático: alergias, eccema, asma, estrés,…
- Trastornos del estado de ánimo: depresión, autoestima baja, ansiedad, estrés.
- Dificultades de relación y adaptación: miedos, fobias, inseguridad…
- Déficits sensoriales.
- Trastornos / dificultades motóricas.
- Trastornos del espectro autista.
- Trastornos del desarrollo Intelectual.