El trabajo transdisciplinar, aporta conocimientos, pero además debe superar obstáculos que surgen dentro de las propias disciplinas, de su malinterpretación del objeto de estudio, del ensombrecimiento y lectura errónea de sus leyes, pero sobre todo debe mantener la rigurosidad propia de la ciencia. Debe volver a sus orígenes y permitir su propia transformación por medio del trabajo con otras disciplinas, y sin perder su esencia, de poner al servicio del ser humano, sus necesidades y del crecimiento del conocimiento.

Solo la continuación y puesta en marcha de trabajos transdisciplinares permitirá una mejor comprensión de fenómenos que se convierten en desafíos para nuestra sociedad.